Pocos pueden creer el 8-2 que el Manchester United le encajó al Arsenal. Y el entrenador Gunner, Arsène Wenger, dijo que el resultado le hace sentir "humillado" por la paliza histórica sufrida en Old Traford.
Wenger dijo que sus jugadores "colapsaron físicamente en la segunda parte", y aunque están en el puesto 17 de la clasificación luego de tres jornadas, aseguró que no piensa dimitir.
"Fue un día terrible para nosotros, el equipo se mostró débil", admitió el míster, quien ha visto mermada la calidad técnica de su plantilla tras las marchas de Cesc Fábregas al Barcelona, y Samir Nasri al Manchester City. "Hoy teníamos ocho bajas, y cualquier equipo sufriría en esa situación", agregó Wenger, para luego recalcar que es consciente de que "cuando pierdes un partido, los fichajes son siempre la solución".
Futbol Hondureño e Internacional
Periodismo Hondureño.
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