Podía ser una buena oportunidad para la escuadra de Gasperini para poder resarcirse de tantas críticas que le han caído este fin de semana tras la derrota en Palermo. Pero la Champions es todavía más exigente que la liga, y más allá del rival asequible como podía ser hoy el Trabzonspor, el mal juego se acaba pagando.
La primera media hora del encuentro derrochaba un aroma totalmente anestésico. La intentona de superar el muro turco a base de trompicones no resultó ser efectivo. Mauro Zárate fue el primero en probar a Zengin –máximo protagonista del partido- con un disparo a la escuadra inferior que fue retenido por el meta. El ex de la Lazio tuvo la segunda ocasión un minuto después, pero nuevamente su intento acabó por la borda.
Sneijder lideró en todo momento al equipo; todos los balones pasaron por el holandés (las carencias del Inter en la creación pueden estar reflejadas en este factor). Pazzini, el otro día suplente y que hoy quitaba el puesto a Milito, tuvo también el primer gol en sus botas en la misma área pequeña, pero el ariete italiano no estuvo acertado en el remate final. El conjunto turco supo aguantar el resultado y después de una dura labor lograron atravesar el túnel de vestuarios con un empate muy positivo.
Los cambios tomaron protagonismo en el segundo periodo del encuentro. Ricky Álvarez y Milito entraron en escena dando salida al desaparecido John Obi y desacertado Pazzini. El nivel del juego aumentó con la salida del ex de Vélez. Las bandas comenzaron a existir. Aunque el equipo visitante alarmó en más de una ocasión aprovechando su facultad para montar contraataques.
La excitación atravesó las puertas del Giuseppe Meazza a falta de veinte minutos para el final. Diego Milito tuvo hasta en dos ocasiones la posibilidad de adelantar a los nerazzurri. Primero una buena parada de Zengin y luego una cabezazo del argentino evitaron el primer gol del duro enfrentamiento. El subidón de la grada se vino abajo cuando a los 30 minutos de la segunda parte un golpeo de Haltintop al travesaño provocó que Celustka recogiera el esférico ante la “empanada” de los zagueros interistas y marcara así el único tanto de la sorpresiva victoria. La crisis se agrava en Milán, preocupa el estado de la entidad de Massimo Moratti viendo que también este fin de semana le espera un duelo “top” ante la Roma de Luis Enrique. El margen de error disminuye cada semana.
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